Le pregunta el querubín al serafín:
¿Su tercer pregón?
El pregón de Semana Santa ha cambiado. Primero, por el aniversario de la Agrupación fue a tres voces; segundo, por el coronavirus no ha habido este año; y, tercero, porque el covid ha vuelto a dejar un modelo peculiar con pregones antiguos y artes escénicas que recuerdan a los de una ciudad no muy lejana. Y quien dirige la orquesta ya va por tres. Todo un récord.
¿De lectores a pregoneros?
No se sabe si habrá atril en el Gran Teatro, pero sí que habrá lectores de pregones antiguos y recientes. Lector es el que lee y pregonero el que pregona. La semántica es complicada y alguna hermandad ha elevado al lector a pregonero. El uso de de la palabra es lo que tiene.
¿Veneraciones a posteriori?
Nadie se queda con las ganas, ni porque los riesgos sigan siendo elevados, de venerar a sus titulares. Y aunque a algunos habría que explicarles la diferencia entre venerar y adorar, a otros hay que decirles que si en mayo se suspende un acto hacerlo en diciembre, porque sí, es por lo menos, raro.
