Si la propuesta municipal de ofrecer una nueva ubicación a la cementera COSMOS junto al Complejo Medioambiental de El Lobatón ( CMC ) fuese en serio, y no una excusa para salir del paso en su litigio con la multinacional y sus empleados, podríamos encontrarnos ante la recuperación de un interesante proyecto de ciudad: El Polígono Verde.
Así, en consonancia con los retos de la legislación ambiental europea de reutilización de residuos mediante su recuperación y valorización, la creación de un Polígono Verde ha sido una aspiración política incluida en diferentes programas electorales y en documentos de planificación de la Ciudad. Con esta infraestructura se evitaría la dispersión por nuestro territorio de espacios de recuperación de residuos, con los riesgos inherentes que acarrean. El incendio del pasado domingo en la planta de recuperación de plásticos de la carretera de Guadalcazar es un claro ejemplo.
Desde los primeros trabajos a mediados de los 90 que impulsó Jaime Álvarez-Osorio, junto al equipo técnico de la empresa municipal en su etapa de gerente de SADECO y siendo Alcalde Rafael Merino, y que fructificaron con la construcción del CMC en el Lobatón se iniciaba un camino donde la necesidad de gestionar los residuos urbanos e industriales pasaba de ser una carga a convertirse en una verdadera oportunidad de crecimiento industrial sobre un modelo de economía circular. Los ingresos de la empresa pública por valorización de residuos superan los 8 millones de euros anuales y dan trabajo a cientos de personas, entre empleos directos e indirectos.
La posterior edificación de una planta de recuperación de residuos de construcción por la iniciativa privada local frente a la instalación pública significó otro peldaño en ese camino. Sin embargo, ni en Los tiempos de bonanza ni muchos menos desde la crisis económica de los últimos años hemos pasado de la voluntad a la acción.
Partiendo del impulso público para su creación, considero que la primera acción pasaría por abordar el tratamiento de residuos de manera provincializada. Esto es, que SADECO y EPREMASA, empresa de la Diputación Provincial, definan y compartan una estrategia común y aprovechen sinergias en su implementación. Estaríamos ante un Plan Provincial de Residuos con un volumen a tratar superior a las 500.000 toneladas anuales El Plan de Empresa de SADECO 2014-2017 apuntaba en esa dirección.
A partir de ahí, habría que captar iniciativa privada para su implantación y desarrollo. Pudiendo disfrutar de un marco de apoyo económico importante proveniente de diferentes programas europeos dentro de la Estrategia 2020. Uno de cuyos objetivos persigue reducir al menos en un 20 % las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando el porcentaje de las fuentes de energía renovables en nuestro consumo final de energía hasta un 20 % y en un 20 % la eficacia energética.
Por todo ello, en un proyecto de desarrollo de un parque empresarial, y el Polígono Verde lo sería, encontrar un motor para su lanzamiento y consolidación supondría la clave del éxito. La multinacional COSMOS, por su necesidad de incineración podría ser ese socio privado estratégico. Pero no sólo para solucionar la problemática de la actual ubicación de la planta de cemento sino ante una perspectiva muy interesante que favorezca el desarrollo de la economía circular aprovechando, entre otros factores, el importante conocimiento y experiencia de muchas empresas y profesionales cordobeses, con la UCO y su Facultad de Agrónomos a la cabeza.
Pronto veremos si estamos ante un planteamiento riguroso o ante otra nueva carnavalada para distraer al personal.