No soy muy carnavalero, pero la viralidad de las múltiples coplas de chirigotas gaditanas poniendo a caer de un burro a la Gran Susana, denotan que en Andalucía huele a hundimiento.
Nunca antes en la historia del régimen de vocación “priista”, que gobierna Andalucía desde la noche de los tiempos, se había visto tan poco respeto y tanta “mala uva” contra un jerarca de San Telmo. Y todo desde un rincón de España peculiar, demasiado dado al chorreo sociata de subvenciones inútiles y mamandurrias para tapar bocas ya sea en Delpfi, en astilleros,… Donde de poco le ha servido a la Súper Susana hacer alcalde de la tacita de plata, con los votos de los concejales del PSOE, al chirigotero Kitchi, máster en bajas médicas propias, que iba a dar de comer a todo el mundo… garbanzos duros y sin pringá como le recuerdan sus víctimas desamparadas en cada pleno.
Y en estas, toma especial relevancia el problema de la gestión del Servicio Andaluz de Salud con la reorganización hospitalaria y la contestación ciudadana, en forma de marea blanca, que se erigen en el mejor ejemplo de que el nepotismo arraigado en nuestra administración autonómica ya no cuela. Por fin no vale la gorra técnica en la gestión pública pero haciendo lo que me da la gana, sin mayor explicación, y al mismo tiempo ponerte en la primera fila de la manifestación en defensa del mantra de lo público.
Pero a eso estábamos acostumbrados y nunca pasaba nada. Sobre todo en Córdoba. Así hemos visto que se han tolerado desahogos como querer financiar la ampliación del materno infantil con los tíquet del parking (Ya no está Don Miguel Castillejo y la antigua Cajasur para pagar obras en el Reina Sofía), desatender presupuestariamente proyectos innovadores como Rabanales 21 si no les dejan mangonear, reírse a carcajadas de Córdoba Ciudad de Congresos o ser la Administración líder en no ejecutar presupuestos y sí anunciar año tras año las mismas promesas a pesar de que nunca se cumplen. Parece que el personal se está “jartando” de más de lo mismo.
Tampoco va a colar promover frentes desde las Diputaciones controladas por el Régimen para pedir autovías al gobierno de España cuando se mira para otro lado en las responsabilidades de la Junta con las carreteras cordobesas, y etc. Se equivoca el Presidente de la Diputación si paga ese peaje para ser el nuevo líder provincial.
Me da que de aquí en adelante habrá cada vez más “spiriman sanchistas” y chirigotas podemistas de protesta que saquen los colores al Régimen Andaluz: los hijos del paraíso prometido quieren devorar a los padres por traidores.
Como ocurre en tantas parcelas de la vida la nueva generación del socialismo regional no mejora la capacidad de sus antecesores. Igual que le pasa a la delantera del CCF con la ausencia de Florín Andone le ocurre a Susana con los recambios de Zarrias y compañía. Ni hay estrategas con talento ni fontaneros que en un pis pas arreglen los atascos sin que lo note nadie. Y sin embargo, el temporal arrecia y la Junta esta cortita de “cuartos “. Malos augurios para que la jefa de la “Autoridad soy yo” zarpe hacia nuevos puertos.
El sabio dirá que es ley de vida, que algún día tendría que llegar el ocaso del régimen a esta California del sur de Europa que aún está por llegar. Eso parece.
A su fin y sobre todo, a como se geste su alternativa, deberán contribuir dos organizaciones políticas que van a tener en este mes de febrero dos conclaves fundamentales para su estrategia nacional y también andaluza.
Ayer, los naranjas de “Ciudadanos” han dado una paso trascendente: abrazar el liberalismo progresista frente al sesgo socialdemócrata que tanto ha chirriado a parte de sus votantes. Ahora habrá que ver como se conjuga ese giro con mantener el gobierno de Susana y las políticas del PSOE.
Y el próximo fin de semana tocará a los Populares fijar su hoja de ruta para los próximos años en este filo de navaja en que se ha convertido la política nacional. Un PP centrado, cercano, didáctico, que no le duela reconocer errores, y mucho menos pedir perdón, como está haciendo el Presidente Rajoy en esta nueva etapa. Un Partido que es y seguirá siendo, al menos los próximos años de este País, la solución política de la mayoría social moderada, tranquila, arraigada en sus costumbres y tradiciones , recelosa del futuro incierto y conservadora de lo que tanto le ha costado conseguir. Y eso llegará a todos los rincones del Estado, también Andalucía.