La madrugada del Domingo de Resurrección ha servido para que la Virgen de Araceli haya bajado hasta la ciudad de Lucena, “para acompañar a sus hijos y pasar en la parroquia de San Mateo el primer domingo de mayo”.

Así lo ha indicado la archicofradía, que ha precisado que, “por segundo año consecutivo y a causa de la pandemia, la Virgen de Araceli ha bajado a su pueblo de forma discreta, aunque en esta ocasión ha bajado acompañada por su camarera, el hermano mayor y el equipo de mayordomía de la Real Archicofradía”.
Asimismo, desde la archicofradía se ha indicado que, en la parroquia, “la esperaban el vicario episcopal de la Campiña, David Aguilera Malagón, y el vicario parroquial de San Mateo, Diego Fernando Figueroa“.
A ello hay que sumar que también estaban presentes los componentes de la junta de gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli y su Vocalía de Juventud. “Una vez allí, se ha situado a Nuestra Madre en el altar para recibir a sus hijos al abrir las puertas de la iglesia mayor lucentina”.