
sociales para la llegada del Miércoles Santo que, junto con las muestras de cariño de
nuestros amigos y hermanos, nos acercamos unidos a la liturgia. ¡Qué hermoso es esperar el fin del confinamiento para darle un abrazo a tu madre del cielo y besar su mano!
Sin duda, los hermanos de la Paz y Esperanza nos encontramos en deuda con el Equipo de Gobierno al dedicarnos aquello que no recuperarán jamás, su tiempo.
Vivimos a día de hoy un retiro espiritual, que personalmente era necesario para
acabar con las crisis espirituales y aprender de los errores que cometimos en el pasado;
dedicando tiempo a nuevos proyectos de Grupo joven, sembrando entre todos unión,
para la venida de la coronación de María Santísima.
Yo creo que la vida de hermandad es muy diferente a lo que pensamos ya que es una experiencia muy enriquecedora para nuestra formación como cofrades y también en lo referente a nuestra vida social ya que encontramos a gente que perdura mucho y que aunque somos muy diferentes, nos une la fe en Jesús y en María, y hace que estos días de confinamiento estemos más unidos que nunca y sobre todo el miércoles santo ya que como grupo joven nos tratamos como una familia y no como simples amigos.
Invito a todos los jóvenes que pertenecen a hermandades a pertenecer al grupo joven ya que sentirán más cerca que nunca a sus Titulares y vivirán muy de cerca la Semana Santa y todo el trabajo que conlleva.
Pablo Ollero Tirado
Creo que ninguno de nosotros, los jóvenes, ni ningún cofrade está capacitado para soportar estos dias con total normalidad. No obstante tampoco creo nuestra relacion con Dios este siendo afectada por esa extraña situación, de hecho me atrevería a decir que la está siendo fortalecida.
No está siendo fácil para nadie privarnos de el privilegio de ver a nuestros Titulares pisando las calles de nuestra ciudad. Pero de esto podemos aprender a valorar más cada uno de nuestros momentos intimos con ellos, esas oraciones en las iglesias, esas miradas que nunca se acaban, cada zancada que que da el Señor en la calle… Dentro de la gravedad, miremos el lado positivo y vivamos mas cerca de Ellos. El año que viene nos tiene preparado algo especial, no queda otra que esperar.
Escribo este breve texto para expresar cual es mi situación y como he vivido yo el estar en esta hermandad. Llevo en la Hermandad desde hace por lo menos nueve años, sin contar el paso de mis familiares anteriormente. Siempre he querido mucho a esta Hermandad y la estimo por dos principales razones; la primera por el amor y el aprecio que le tengo a nuestros Titulares y por la acogida y el buen trato que siempre recibo en la Hermandad.
Estos días son muy duros y personalmente, en tiempos de semana santa (especialmente el Miércoles Santo) lo he pasado bastante mal por no poder acompañar a nuestros Titulares en nuestra Estación de Penitencia. Pero creo que es un esfuerzo por todas las personas que están sufriendo. No obstante, me motiva y me alegra el pensar en octubre, en la Coronación de Nuestra Señora de la Paz y Esperanza, hecho que espero con ansias.