
El programa semanal de La Voz de las Cofradías ha tenido como invitados al hermano mayor de San Rafael, Manuel Laguna, así como al consiliario de la cofradía del custodio y canónigo de la Catedral de Córdoba, Fernando Cruz-Conde. El sacerdote ha valorado distintos aspectos, entre ellos, su pertenencia a corporaciones penitenciales como la Buena Muerte.

Sobre la institución del Viernes Santo, Cruz-Conde ha desvelado que “recuerdo un año en el que sufrimos bastante porque había muchos plantones”. Y se bajaba la Cuesta del Bailío. En este apartado el capitular ha evocado que “había un montón de gente. A mi me encanta ser nazareno porque te consideran como si fueras un poste de la luz (risas), no creen que haya una persona al lado. La gente habla y dice y te pasan por delante y por detrás”.

En ese sentido, Cruz-Conde ha reconocido que, “a mí, me recordaba a Jerusalén en el tiempo del Señor: hay unos que ni se levanta cuando pasa el Señor; otros que rezan; otros que lloran; otros que te insultan, que te pasan por delante”. Pero ha objetado que “ha mejorado mucho el respeto en las procesiones desde los años 70 a esta parte”.
“Menos ir de pendón como dice la zarzuela (risas) he estado en las procesiones en todas partes, de nazareno, de costalero y de cura”, ha subrayado el presbítero.