
La hermandad de Nuestra Señora de los Dolores celebró un año más una de sus tradiciones más emotivas del curso cofrade. Se trata del paso bajo el manto de la Virgen de los Dolores. Una costumbre que cada 2 de febrero se realiza con motivo de la festividad de la presentación del Señor en el templo.

El acto, como es habitual, comenzó con la bendición de las velas que portaban los asistentes y la lectura del Evangelio en la que se narra el pasaje bíblico de la presentación del Niño Jesús en el templo. A continuación, tras unas palabras del sacerdote encargado de dirigir la celebración, los más pequeños y demás devotos accedieron al camarín de la Virgen de los Dolores para pasar bajo su manto.
La tradición comenzó el 2 de febrero de 1976 y desde entonces, coincidiendo con esta festividad, la hermandad de los Dolores abre el camarín de su titular para que sus hermanos y devotos en general puedan sentirse más cerca de la imagen. Sin duda, una ocasión única para quedar bajo la eterna protección de la “Señora de Córdoba”.
