Cuando el Domingo de Ramos, el palio de la Virgen de la Esperanza alcance la casa de la hermandad con la que comparte advocación y autor, justo antes de bajar la Cuesta del Bailío, sonarán los acordes de Paz y Esperanza. La marcha compuesta por Martín Salas a la Paloma de Capuchinos rendirá tributo a uno de los acontecimientos más esperados por los cordobeses, la coronación canónica de la titular mariana del Miércoles Santo. No obstante, no será la de San Andrés la única corporación que realice su particular homenaje a este acontecimiento, ya que las cofradías de las Penas de Santiago y la de los Dolores y el Rayo se han sumado a la iniciativa.
El palquillo de salida de la carrera oficial ha sido el lugar escogido por la hermandad que dirige Jesús Casero para que suene Virgen de la Paz, de Pedro Morales. La marcha que acompañará a la Virgen de la Concepción en ese punto será la primera que homenajee a la Paz y Esperanza, ya que la corporación transitará a las 20:00 por ese enclave, mientras que la Esperanza hará lo propio por la sede de la Paz, alrededor de las 23:00.
Habrá que aguardar seis días para asistir al tercero de los reconocimientos. El mismo tendrá lugar el Sábado Santo por la avenida de la Diputación, cuando al paso de Nuestra Señora de los Dolores y el Rayo se interprete, A mi Reina de la Paz. La marcha de Martín Salas pondrá el broche a una Semana Santa, en la que el ilusionante proyecto de la coronación pontificia de la Virgen de la Paz, previsto para su culminación en 2020, estará muy presente en estas tres cofradías a las que les une una estrecha vinculación con la de Capuchinos, a la que rinden homenaje. Y corroborar así el lema de la efeméride: Córdoba, corona de la Paz.