La hermandad de la Buena Muerte ha informado a sus hermanos sobre la adquisición de un crucificado que guarda bastantes similitudes con su imagen titular. De hecho, la corporación de San Hipólito ha realizado diversas consultas con especialistas en la materia, para estar en condición de afirmar que se trata de una pieza atribuible al imaginero.
La cofradía que dirige Antonio Leiva ha explicado que los detalles que han desembocado en esta esta nueva incorporación patrimonial. Así, desde la hermandad se indica que, “teniendo conocimiento nuestra Hermandad de la existencia de una imagen de Cristo crucificado de
pequeño tamaño y rasgos similares al de nuestro titular, se realizaron numerosas consultas a especialistas. Uno de los consultados fue el propio bismieto del autor del Cristo de la Buena Muerte, Jesús Méndez Lastrucci. Asimismo, desde la corporación se desvela que se han realizado “comparativas con imágenes similares, propiedad de diversos hermanos de la Buena Muerte -obras documentadas del autor hispalense-“. Una vez llevadas a cabo estas indagaciones, “y advirtiendo que sin duda puede atribuirse a la mano de Antonio Castillo Lastrucci”, la decisión de la junta de gobierno, adoptada recientemente, ha sido la de adquirir la obra “e incorporarla al extenso patrimonio de nuestra hermandad”.
La corporación cumple así la antigua aspiración “de adquirir uno de los pequeños crucificados que el autor hizo replicando al Santísimo Cristo de la Buena Muerte”. La pieza, cuyas medidas son 52 centímetros de alto el crucificado y 80 la cruz, fue llevada tras su adquisición al estudio de los prestigiosos restauradores Enrique Ortega y Rosa Cabello. De tal forma que, como se subraya, estos “han ejecutado leves labores de adecuación que aseguran la conservación y preservación de la talla”. Finalmente, la bendición del crucificado tendrá lugar el domingo 12 de marzo en el transcurso de la fiesta de regla, “quedando después expuesto para admiración de todos los presentes”.