La Inmaculada Concepción, titular de la primitiva hermandad de los escribanos, ha regresado a la Compañía para presidir los cultos que la hermandad del Sepulcro organiza en torno a su festividad. La imagen de la Purísima corona el elegante altar, alrededor del cual se ha centrado un nutrido número de candeleros sobre el dosel azul que corona a la Virgen, que los cofrades del Viernes Santo han dispuesto para celebrar su onomástica, antes de que la Virgen regrese al taller de Silvia Ortego y Daniel Comas para concluir el proceso de restauración a que está siendo sometida.
En esta primera fase de la restauración, la Inmaculada ha sido sometida un saneamiento de la estructura interna de la imagen, así como a una profunda limpieza de la peana. La misma presentaba una sujeción incorrecta de la talla, mediante un sistema primitivo consistente en un listón de madera introducido en la nube y la peana a través de un hueco, sin más afianzamiento, lo cual aporta gran inestabilidad y por ende, futuros daños estructurales a la imagen que están siendo atajados. Asimismo, los conservadores han llevado a cabo el tratamiento contra los xilófagos. Estos insectos aparecían en la tabla que conforma la espalda de la imagen, lo cual debilitaba el soporte y ha llevado a abordarlo de forma inmediata.
La consolidación y resanado de fisuras y grietas; la eliminación de sustancias y cuerpos ajenos al original; la reconstrucción de fragmentos desaparecidos con idéntica madera al original; o la colocación de espejos para la peana centrarán los trabajos sobre la imagen, una vez concluyan los cultos y parata nuevamente hacia el taller. A estas labores hay que sumar, la realización de nuevo sistema de sujeción de imagen y peana, el estucado de lagunas y piezas de nueva factura y el barnizado y protección final. Entre tanto, desde este lunes y hasta el jueves 8 de diciembre,tanto los cofrades de la hermandad del Viernes Santo como el público en general podrán disfrutar de parte del rejuvenecido aspecto de la Inmaculada Concepción.