Faltaban unos minutos para las ocho de la tarde cuando, en algunos de los balcones de la capital cordobesa, comenzaban a escucharse los aplausos al personal sanitario y a quienes forman la primera línea de combate contra el coronavirus.
Y ello en un día especialmente duro, a tenor de los datos que se conocían y que mostraban un crecimiento exponencial en el número de contagiados, tanto en España, como en Andalucía y Córdoba. Así, en la comunidad se superaba el medio millar de nuevos contagios (510), mientras que en la provincia se pasaban de los 191 casos a los 234.
Esto en mitad la segunda semana completa de confinamiento y con otras dos -como mínimo- por delante. Una situación en la que esa vida social de los balcones se hace más imprescindible que nunca, para tratar de sobrellevar una crisis de proporciones casi bélicas.