
Cuando Lolo Jarque marcó el tercero, el centenar de cordobeses que se habían desplazado a Mengíbar estallaron y una ciudad entera contuvo la respiración. Quedaban minutos por disputarse, pero el 2-3 del marcador anunciaba un ascenso a Primera División, que es un milagro, un acto heroico, una muestra de fe inquebrantable de los jugadores del Córdoba CF Futsal, de su entrenador (Maca) y de su presidente, José García Román, que ha demostrado cómo con muy pocos medios se puede hacer muchísimo.

El partido comenzó de la mejor manera posible para los blanquiverdes. En un polideportivo, casi sin gradas y con la afición rival echando el aliento a los cordobesistas, estos lejos de arrugarse hicieron dos goles por medio de Koseky (con un excepcional pase de Manu Leal) y con otro de David Leal. Todo se encarrilaba, pero nadie dijo que en un campo así, donde los locales habían perdido un solo partido en toda la temporada, fuera a ser fácil. Tortu y Fran Peña empataron un encuentro que, desde el minuto ocho mantuvo el 36, cuando Lolo Jarque marcó, señaló al cielo y el Córdoba CF Futsal trazó el milagro.
La tensión, la igualdad, la presión del pabellón y el calor no pudieron con los de Maca, un equipo forjado a base de lucha y de pelear contra los pronósticos. Lo hizo la temporada pasada, lo hizo esta, se metió en play-off, remontó al Betis en dos partidos a domicilio y, hoy, primero de junio ha subido a Primera, para llevar a la ciudad al deporte de élite y para que Córdoba sueñe esta noche y se dé cuenta de la gesta que han hecho estos chicos, este equipazo.