
En las últimas semanas, cuando el confinamiento hacía que prácticamente no hubiera actividad en las calles, era frecuente observar la presencia de ratas, como si hubiera crecido la población de estos roedores. Pero no ha sido así, el censo de esta plaga sigue siendo el mismo, según el Servicio de Bienestar Animal (SBA) de Sadeco, lo ocurrido “lo vinculan a la tranquilidad de las calles”, que ha incrementado la confianza de las ratas ante la ausencia de peligro alguno.

En cambio, la llegada de nuevas fases en la denominada desescalada ha hecho que la actividad regrese a las calles, y con ella los ruidos y las presencias habituales de personas y vehículos, lo que las ha retraído a sus escondites.
Durante las semanas de confinamiento han sido habituales las imágenes de animales salvajes que no han tenido pudor alguno en entrar en unos cascos urbanos que hasta entonces tenían vedados. En el caso de Córdoba, pese a la cercanía de la Sierra y a la presencia de numerosas urbanizaciones, informan desde Sadeco que no se han dado casos como sí se han podido ver en otras localidades.