Los bomberos del Consistorio trepan hasta llegar a las habitaciones del Materno Infantil del Hospital Reina Sofía, con una altura de 15 metros, con el objetivo de sacarles una sonrisa a los niños que se encuentran ingresados y lejos de sus casas en estas fechas tan señaladas. Mientras tanto, los niños ingresados aguardan en la ventana, impacientes por saber qué está ocurriendo en el exterior, hasta que llegue el momento en el que puedan acercarse a los bomberos y recibir sus juguetes, algo que “realmente les da la vida”, asegura Ana Calvo, responsable de actividades motivacionales del Hospital Reina Sofía.
Jorge Díaz, presidente de la asociación de bomberos, destaca que “no habrá niño en todo el hospital que no llegue a vernos y mucho menos, que se quede sin recibir un regalo”. Jorge resalta que, en un día como el de hoy, los regalos “son lo de menos”, lo que “realmente espero es devolverles la ilusión de la Navidad, a pesar de que están enfermos” en Nochebuena y que “tengan una mañana entretenida y atípica con nosotros”.
Ana Calvo, responsable de actividades motivacionales del Reina Sofía, asegura que los bomberos están considerados por los niños como “superhéroes”. De hecho, una muestra de ello es que esta sea una de las actividades “más demandadas” por los niños ingresados y sus familiares, según afirma Calvo. Ellos representan “la fuerza, la superación y la ausencia de los miedos” y “es muy importante transmitirles estos sentimientos y sensaciones en momentos difíciles como estos”, continúa. Calvo comenta que “intentamos trasladar todas las fiestas navideñas a sus propias habitaciones para que no pierdan la ilusión de la Navidad” y, a la vez, “se sientan como en casa para normalizar la situación y minimizar las circunstancias negativas”.
Los médicos de atención primaria intentan dar el máximo número de altas posibles para Nochebuena y Navidad, quedando hospitalizados únicamente aquellos niños que se encuentran más graves y que necesitan, con absoluta prioridad, permanecer hospitalizados. Mateo, padre de uno de los niños que, probablemente, continuará ingresado en Nochebuena, comenta que “afortunadamente, estas actividades ayudan a que mi hijo no pierda la sonrisa y no quiera irse”, “me mira y me dice: Papá, parece un cole, este hospital es distinto al resto en los que he estado”, resalta.
